PRESAS

Los diferentes tipos de presas responden a las diversas posibilidades de cumplir la doble exigencia de resistir el empuje del agua y evacuarla cuando sea preciso. En cada caso, las características del terreno y los usos que se le quiera dar al agua condicionan la elección del tipo de presa más adecuado.

Existen numerosas clasificaciones, dependiendo de su forma o manera de transmitir las cargas a las que se ve sometida y los materiales empleados en la construcción.
FORMA
  • de gravedad
  • de contrafuertes
  • de arco
  • bóvedas o arcos de doble curvatura
  • mixta, si está compuesta por partes de diferente tipología
MATERIAL
  • de hormigón (convencional o compactado con rodillo)
  • de mampostería
  • de materiales sueltos (de escollera, de núcleo de arcilla, con pantalla asfáltica, con pantalla de hormigón, homogénea)

Presas de hormigón

Las tres premisas principales que determinan la caracterización de los hormigones en masa utilizados en la construcción de presas son: durabilidad, impermeabilidad y economía. Evidentemente, la resistencia es otro factor a considerar, si bien, el cumplimiento de los anteriores, lleva en general asociado unas resistencias mínimas iguales o superiores a las requeridas en este tipo de hormigones.

Es evidente, por lo tanto, que una de las prioridades a tener en cuenta en el diseño de todo aquello que comporta construir una presa (materiales, dosificación, procedimientos de construcción, etc.) será economizar en lo posible todo este proceso sin dejar de lado, por supuesto, la seguridad a lo largo de toda la vida de la presa.

Esto puede comportar cambios en los materiales que forman el hormigón (sustitución parcial del cemento, elección de áridos…), en la puesta en obra (procedimientos tradicionales de puesta en obra versus aquéllos de compactado por rodillo), etc., según, claro está, las circunstancias particulares de cada caso.

El tipo de conglomerante utilizado ha de desarrollar una cantidad de calor de hidratación moderadamente baja, evitando así en lo posible la problemática fisuración del hormigón.

En consecuencia, los cementos utilizados en la construcción de presas son preferentemente a base de Clinker y cenizas volantes o escoria siderúrgica, y también otros tipos de materiales puzolánicos, naturales o artificiales, siendo las proporciones de éstos mayores de un 30% (cementos tipo II) y pudiendo llegar a más de un 80% según el tipo de cemento (cementos tipo III/B y III/C, IV, V y Especial VI-1).

Presas de hormigón compactado con rodillo

El hormigón compactado con rodillo (HCR, o RCC en inglés) es un hormigón de consistencia seca -asiento cero- que permite ser colocado y compactado con la maquinaria usada en el movimiento de tierras.
La técnica de construcción de presas por extendido y compactación de sucesivas capas de hormigón se inicia a principios de la década de los setenta como respuesta al problema de una más rápida y económica construcción de presas de fábrica que las hiciera más competitivas en coste con las presas de materiales sueltos.
El contenido de agua es otra de las diferencias fundamentales entre los hormigones convencionales y los HCR. Los hormigones compactados con rodillo contienen una reducida cantidad de agua de amasado, compatible con el tránsito de maquinaria de movimiento de tierras de gran tonelaje por su superficie en estado fresco.

Ventajas medioambientales:

  • emplea recursos naturales locales prácticamente inagotables
  • permite el empleo de áridos reciclados (RCDs)
  • es reciclable en su totalidad al final de su vida útil
  • el hormigón HCR es un material muy durable, por lo que se evita el consumo de nuevos recursos y se reducen las emisiones de CO2

Ventajas técnicas:

  • el hormigón HCR permite la aplicación de cualquier sistema constructivo (encofrado de bloques de hormigón vibrado, por tongadas mediante hormigón compactado con rodillo)
  • se adapta a cualquier forma de cerrada
  • seguridad frente a acciones accidentales (sismo, grandes avenidas)

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